Para inaugurar este blog quería poner algo interesante, pero bueno, a falta de buenas ideas les cuento un sueño que tuve hace poco....
Nada, una planicie cubierta totalmente de nada, la tierra bailaba al compas del viento y se escondía detrás de los pocos arbustos secos que había. En el medio del paisaje, un hombre, con un traje muy elegante blanco, zapatos recién lustrados y el sombrero que le daba un toque muy varonil. Lentamente prepara carne para asar en una parrilla improvisada sobre dos ladrillos, el viento no deja de soplar y el horizonte es difícil de encontrar, pero el continua, prepara el fuego, pone la carne y lo deja muy tranquilamente que se haga despacito. Mientras a fuego lento se cocina la carne, se asoma tímidamente un auto desde el horizonte, el hombre llena de intriga su sombrero y se pregunta quien será. De apoco se comienza a distinguir, es un auto blanco, y viene a gran velocidad por donde no hay caminos, por donde no hay nada. Cuando por fin esta cerca, baja la velocidad y lentamente se detiene al lado del hombre, baja la ventanilla, es su madre, le dice algo, pero no se escucha, el viento también sabe gritar, y sin tiempo a poder preguntar algo, ella se va.
¿El asado? Ahí esta, a fuego lento te asaras mejor...
